“Los armadores solo podrán acceder a los Next Generation si cuentan con un programa de Compliance”
En un sector cada vez más regulado, que afronta las consecuencias negativas de la pandemia, el ‘brexit’, el incremento de los costes de la energía, de las materias primas o del precio del combustible, los fondos europeos Next Generation se presentan como una oportunidad para el desarrollo de las empresas pesqueras.
¿Por qué cobra ahora tanta importancia tener un programa de compliance en el contexto de los fondos europeos?
El cumplimiento normativo siempre ha reportado beneficios a los armadores, ya fuera para evitar sanciones administrativas, para mejorar su competitividad en el mercado o para obtener descuentos en las pólizas de seguros. Pero es que ahora, el Estado y las comunidades autónomas están tratando de ayudar al sector con los fondos europeos Next Generation, y los armadores solo podrán acceder a estas ayudas si cuentan con un Programa de Compliance o cumplimiento normativo.
Obtener estas subvenciones y ayudas no será sencillo.
Efectivamente las ayudas están ahí, son reales pero, además de cumplir con los requerimientos de cada convocatoria, será necesario que las compañías beneficiarias estén al día en materia de compliance. Esto es, las empresas deberán contar con mecanismos para la prevención y detección del fraude, conflictos de intereses y corrupción.
¿Cómo pueden implementar las empresas del sector pesquero este tipo de medidas?
Con Programas de Compliance o de prevención de delitos corporativos, a través de los cuales se desarrollan e implantan políticas de cumplimiento normativo, códigos de conducta o evaluaciones de riesgos para la prevención de estos delitos.
¿Cuál es entonces la correlación entre los Fondos Next Generation y contar con un Programa de Compliance?
Los Fondos Next Generation exigen del empresario suscribir una declaración responsable en la que se afirma (y firma) que se cumplen con los requerimientos de cumplimiento normativo exigidos por la normativa vigente.
El problema sobreviene cuando se firma esta declaración responsable sin el sustento de un Programa de Compliance realmente implantado en la empresa. La carencia del mismo podría implicar a futuro tener que reintegrar las ayudas recibidas, con los intereses y sanciones administrativas que correspondan.
Pero es que además se podría incurrir en la comisión de un delito de fraude de subvenciones por falseamiento de las condiciones requeridas para su concesión. De ahí que contar con un programa de este tipo sea absolutamente esencial.
Y para aquellas empresas que no vayan a solicitar este tipo de ayudas, ¿qué les aporta contar con un programa de compliance?
La respuesta es clara: en estos tiempos necesitamos asegurar la estabilidad de la empresa. Convivimos en un entorno que cada vez está más encorsetado y tiene más exigencias, por eso ahora es el momento de impulsar este tipo de programas para prevenir potenciales escenarios de crisis.
La prevención del riesgo implica la exoneración o atenuación de sanciones económicas, la minimización de posibles rechazos de coberturas por parte de las aseguradoras e incluso la mejora de la competitividad de la organización, en procesos de contratación pública y privada.
¿Existe conciencia de implantar este tipo de programas en la industria pesquera?
Como siempre en la vida, los que más tienen que perder son los que se anticipan. Aquellas empresas que cuentan con una marca reconocida en el mercado normalmente ya cuentan con este tipo de programas o están en fase de implantación, porque son conocedores de su elevada exposición y la pérdida de reputación y de negocio que supondría el no contar con ellos.
Son las firmas medianas y pequeñas las que podrían considerar que este tipo de medidas no va con ellos. En MatErh sabemos que este pensamiento no está justificado, por ello trabajamos con las empresas pesqueras identificando y evaluando sus riesgos, e implantando programas de compliance específicos del sector pesquero, que contribuyen a minimizar el impacto en el negocio ante posibles contingencias.